viernes, 12 de noviembre de 2010

FANFIC INMORTAL (1º capitulo)


 Historia (1º Capitulo)





Mi nombre es Gabriel vivo en Alaska y quiero contarles mi historia nací el 20 de junio de 1850 en Nueva California, mido 1,95 soy de pelo castaño y de contextura fuerte, hijo de Jones Berkeley y Alison Reed, mi padre era un importante terrateniente en Nueva California y fue obligado a casarse con una joven de la alta sociedad y que jamás amo. 


Mi padre Fue siempre un mujeriego empedernido al que nada de su vida marital le importaba por lo que me crié en un ambiente demasiado superficial. Viví rodeado de todos los lujos y caprichos que se puedan tener, practicaba esgrima, salía a cabalgar a diario pero ninguna de estas cosas me hacia escapar de mi cruda realidad. 


A los 23 años pasé por una etapa de gran rebeldía. Cansado de esta aburrida vida carente de emociones cometí mis mayores andanzas, lo que me costó gran cantidad de castigos y limitaciones por parte de mi padre. Estas limitaciones me hicieron sentir preso de mi propia vida, una vida que avanzaba sin rumbo fijo, por lo que ante un arranque de madurez decidí proponer a mi padre la idea de un negocio que siempre me había rondado la mente. Deseaba montar en el Este un Astillero pero claro necesitaba que él me prestara el dinero. Tras la propuesta, mi padre aceptó prestarme ese dinero pero con la condición era que hasta que no saldara la deuda con él no pasaría a ser mío sino suyo. 


No tarde en marcharme para llevar a cabo mi negocio. Cargado de ilusiones le di comienzo. En fue muy difícil pero conseguí en poco más de dos años fuera solvencia y pude devolver a mi padre el capital del préstamo más los intereses. Ahora gozaba de poder y capital propio lo que me llevo nuevamente a una vida de lujos derroche y descontrol. 


El día que cumplía los 26 años estaba como era mi costumbre en un bar con mis amigos. Todos de sociedad y libertinos, formábamos un grupo como pocos. Solíamos ir detrás de mujeres fáciles con las que pasar el rato, sin nada de ataduras. Pero de repente algo cambió esa noche, se cruzó delante de mí una mujer hermosa que se quedo mirándome fijamente, era distinta, no sabría decir en qué, pero una extraña atracción me hizo salir en su encuentro. 


Conseguí que aceptara ir a un lugar más privado. Sin pensarlo dos veces me despedí de mis amigos con gesto victorioso y salimos del bar rumbo a mi casa donde tendríamos la intimidad necesaria para lo que la noche prometía. Subimos al coche de caballos. Una frenética lujuria me inundaba. Sumergido en sus besos pude notar como la hoja del frio metal me atravesaba repetidamente, había caído en su trampa. Debí de perder la conciencia, habían pasado varios días, la verdad no lo sabía, me sentía desorientado, me costaba recordar que había pasado, todo era demasiado confuso. Tenía horribles recuerdos de lo que pensé eran atroces pesadillas que encerraban la verdad de lo que a partir de ahora sería mi destino. 


Un hombre muy amable al despertar se presento como Stephen Hayes estaba junto a mí. Me sentía raro la garganta me ardía diría más bien me quemaba. Le pregunte donde estaba y que me estaba pasando cuando de repente, allí estaba ella, la mujer por así decirlo que había querido matarme. Al verla mi ira se desató y sentí que la garganta me quemaba aún más. El sr Hayes al ver mi reacción me pregunto porque me sentía así. Con rabia le conté a ese extraño hombre como aquella maldita mujer que se encontraba a su lado y de la que no sabía ni su nombre había intentado asesinarme. Después de escuchar atento mi relato se dio media vuelta la miró de manera desafiante y solo se atuvo a decir Jessica fuera!!. Luego hablaremos tú y yo… a solas. Lo miré extrañado, como podía dejarla ir después de que le había contado. Mi rabia iba en aumento y el ardor en mi garganta era ahora insoportable, que está pasando aquí? Exigí saber. Ese extraño hombre se acerco a mí y me pidió que le acompañara, me decidí a seguirlo, cuando deseaba salir huyendo de allí. Salimos, fuimos al bosque yo no sabía dónde estaba ni que sucedía deseoso de conocer las respuestas. Me contó como Jessica, la mujer que había conocido esa fatal noche, me había traído hasta él casi muerto, ya que según ella me había encontrado desangrándome en la calle debido al asalto de unos ladrones, y como para salvarme me había transformado en inmortal y ahora debería aceptarlo, porque eso era algo que ya no tenía vuelta atrás . Me explico lo que estaba sintiendo y como usar mis sentidos ahora más agudos para poder cazar y saciar la sed que consumía mi garganta y me dijo que eso era una reserva donde no había humanos cerca para que él no se sintiera tentado, en un principio no lo entendí a que se refría. 


La sed, eso era lo único en lo que podía pensar en este momento, solo quería que esa quemazón desapareciera…… .Fuimos a cazar animales para chuparles la sangre y recién cuando mate al tercero y sentí mi estomago lleno me di cuenta que se había calmado la sed, por lo menos por el momento. 


Al llegar más tarde a la casa nos dirigimos directamente a su estudio y allí estaba Jessica, a la que increpo, le dijo que se hiciera una maleta con lo estrictamente necesario y se fuera lo más lejos posible y que no quería volver a verla cerca de él ni de nadie que con el tuviese relación alguna, sino entonces sí, acabaría con ella, sin siquiera preguntarle nada, ni darle opción a defensa alguna. 

Después de esto Stephen me presento a su mujer, Marie, una mujer con los ojos más tiernos que pude conocer hasta entonces. Stephen, me dijo que como estaban las cosas yo tenía dos caminos a tomar, uno era por mi cuenta y otro quedarme con él que me ayudaría a sobreponerme a la que era mi nueva vida. 


Nunca me habían dado a elegir una opción, eso me resulto extraño pero me gusto, le pregunte entonces 


-¿Cuál es la condición? Dije 


- No deberás cazar nunca humanos, ni mostrarte al sol. Debemos mantener nuestra existencia en secreto, debemos evitar cualquier cosa que nos delate, ya que los cazadores oscuros, que son una especie de policía de nuestra especie, tomarían medidas sobre si sigues o no en la faz de la tierra, mientras no cometas faltas, de nada deberás preocuparte. 


Me quede helado al escuchar esa frase, en el tiempo que estuve allí no tuve contacto con seres humanos, eso era real, entonces pregunte - ¿qué? - 


-Sí, me dijo tienes que tener en cuenta que eres un inmortal, un vampiro y los humanos son el plato predilecto. – 


No, no….. que cazar hu….humanos. 


Si me dijo no lo admito, ni lo admitiré bajo mi techo, ahora tú decides 


Tenía la incógnita sobre el sol, lo que nos sucedía, solo me dijo que el sol nos muestra como realmente somos, con un rostro altamente maligno y los ojos se muestran de un color granate profundo, que nos delataría a la vista de la gente, esa es la única razón por la que nos debemos ocultar del sol. 


Luego me dijo - si tienes a alguien a quien avisar de tu ausencia, puedes irte despidiendo, pues no te conviene te vean al menos durante un tiempo hasta que controles tus instintos por lo que se ofreció a mandar un telegrama a mi empresa en mi nombre para que un amigo y empleado fiel se hiciera cargo del astillero pues había decidido viajar a Europa durante un año. Y que le mandaría un acta donde le cediera los derechos para poder manejar el astillero e invertir y así hice. 


Dirigí mi empresa por telegrafía sin problemas. Ya se movía a un nivel que no me necesitaba más que para decirle como o en que usar el capital para acrecentarlo. 


Stephen y Marie eran dos personas muy amables y cariñosas, Stephen en su vida humana había sido pastor de una comunidad religiosa y por eso no soportaba el que se le hiciera daño alguno a un ser humano, en poco tiempo me sentí parte de su familia, destilaban amor y comprensión. Las primeras veces que me acerque a humanos fue muy duro, y como si esto fuera poca cosa, toda mi vida siempre giro en lo que yo quería, en mis caprichos. Quise renegarme, tenía que ceder y ahora era el momento, por el afecto que había tomado por los que ahora eran mis padres de adopción. 
No quería ser un asesino. 


Con el paso del tiempo empezó a hacerse todo muy monótono. Los días seguían a las noches sin variantes para mí, no dormíamos, el tiempo me sobraba por lo que me dedique a leer cuanto libro llegaba a mis manos. Un día mi padre cuando vio que mi control ante los humanos ya no tenía riesgo porque había conseguido un auto control importante, no debía estar más encerrado y hacer una vida normal, por así decirlo. 

Empecé a pasar por el astillero pero la gente comenzó a percatarse que mi aspecto físico no cambiaba – tu siempre igual no pasan los años por ti – me comentaban continuamente, eso me puso en alerta. Debía sacarme los problemas de encima, agregándose a esto que mis padres verdaderos habían fallecido por la peste y yo era el único heredero. Contrate abogados y puse en venta todas las propiedades familiares y el astillero. Mi fortuna era demasiado importante antes y más aun cuando se efectuó la venta de todo. Libre como siempre quise ser, libre. 


Transcurrieron meses, los años, las décadas, me dedique a estudiar economía no con intención de trabajar sino para saber administrar mi fortuna. Por el solo hecho de usar mi tiempo en algo provechoso. 

Llegados los primeros años del 1900, un día se acercaron a nosotros una pareja de nómadas Adolf y Molly. Oyeron hablar de nosotros y se quisieron unir para lo que mi padre les abrió las puertas bajo las mismas condiciones que nosotros, aceptaron y a partir de allí tuve nuevos hermanos. 


Adolf Laguer era un joven de unos aparentes 19 años, por su estructura parecía jugador de rugby, media 2,05 m, parecía un oso, pero de un corazón grande y sincero. Tenía ascendencia alemana, ojos eran azules y cabellos dorados casi blancos. El era como un crio chico siempre quería estar haciendo algo no podía estarse quieto cosa no muy prudente para un inmortal. 


Molly Wells que aparentaba 17 años, era de cabello rubio ojos tiernos con una mirada siempre alegre y positiva, media1, 70 de estatura pero en una compleción sumamente delgada, parecía que iba a quebrarse en alguno de los abrazos eufóricos de Adolf. Ella llego a ser mi mejor amiga y confidente. 


Ser inmortales tenía sus ventajas y desventajas conocíamos mucho mundo pero no podíamos atarnos a nadie porque había que mudarse cada 10 años era el tiempo límite, para no provocar desconfianzas en los humanos. Llegue a hablar más lenguas de las que jamás pensé que conocería y nos mezclamos con distintas civilizaciones. 


Llegamos nuevamente a Estados Unidos allá por 1950, donde Stephan me convenció que estudiara alguna carrera que me agradara y así lo hice, me decidí por las leyes pero en su faceta civil, la criminal me provocaba excitar mis más bajos instintos, de una forma literal. El estudiar me sirvió para aumentar mi auto control y mi estima así como a controlar mi mal carácter, eso no dejo que siguiera sintiéndome solo, pero no hacía nada por solucionar el tema ni quería hacerlo. 


Mi vida amorosa solo se centraba en tratos de una noche sin más, nada que pudiera afectarme o mover mi corazón que en cierta forma pensé dormido por completo, salvo por lo que eran los afectos hacia los miembros de mi familia. 

Trabaje en varios estudios de abogados acomodándome a no tener que mostrar ningún tipo de experiencia anterior en la rama de la abogacía así que cada 10 años era como empezar siempre de cero, pero desde luego la experiencia ganada me ayudaba a sobrellevar las situaciones. 


Llego el año 2000 y debimos mudarnos nuevamente decidimos hacerlo a Alaska encargamos por catalogo todos los muebles y televisores de plasma pues nos gusta la tecnología. La casa era en las afueras de Denali donde teníamos acceso a los bosques para cazar y la ciudad para vivir. Molly pensaba estudiar en el instituto para luego seguir ciencias en la universidad mientras que Adolf también haría el instituto y luego estudiaría educación física. Por mi parte tengo una reunión de trabajo en el estudio más reconocido de Denali. Stephen pondría un negocio de asesoramiento para empresas. Así continuara nuestra vida en el momento en que bajemos del avión.

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